Sigo dándole vueltas al bizcocho de chocolate en molde plum-cake. La versión de doble chocolate, naranja y pistacho que tengo por aquí es gloriosa pero creo que con esta he conseguido crearle una dura competencia. Inspirándome en un té de trufa, he variado algunos de los ingredientes y he obtenido este bizcocho tan rico.
Ingredientes para un molde alargado:
- 2 huevos
- 60 g de aceite de girasol
- 4 cucharaditas de té de trufa (u otro té negro con aroma similar) infusionado en 125 g de bebida vegetal
- 100 g de azúcar moreno
- 20 g de cacao puro
- 130 g de harina
- 1 cucharada de levadura
- una pizca de sal
- 75 g de chocolate blanco (vale, esto es lácteo pero los intolerantes, que no se lo pongan)
- 40 g de chocolate puro
- nueces de macadamia
Elaboración:
Preparar el té de trufa con 4 cucharaditas de té para 2/3 de taza de bebida vegetal, en mi caso de arroz, leche si no tenéis problemas con los lácteos, y dejar atemperar. En un bol mediano, batir ligeramente los huevos, el aceite y la infusión de té (no es necesario que monte nada, sólo hay que remover). Añadir el azúcar y volver a mezclar hasta que se hayan disuelto los granos.
Tamizar el cacao, la harina, la levadura y la sal sobre la mezcla anterior y remover lo justo para que se integre. En este caso no será necesario dejar reposar la masa. Trocear el chocolate blanco, poner en la masa y mezclar.
Precalentar el horno a 200 ºC. Forrar un molde alargado con papel sulfurizado o como alternativa, engrasarlo con un poco de aceite y enharinarlo. Verter la masa. Hornear 25-30 minutos a 200 hasta que el bizcocho haya subido. Como aún no estará hecho por dentro, cubrir con papel de aluminio para que no se queme y hornear 10 minutos más a 180 ºC. Cuando al pinchar el centro del bizcocho con un palillo salga limpio, estará listo. Es mejor sacarlo un pelín pronto y que quede muy jugoso a que quede seco. Tras sacarlo del horno, dejar enfriar sobre una rejilla metálica.
Fundir en el microondas a media potencia el chocolate puro, untar la superficie del bizcocho y decorar con las nueces de macadamia picadas.
Está muy bueno de cualquier forma pero os recomiendo encarecidamente aguantar las ganas y dejar el bizcocho un día en el frigorífico antes de comerlo. Ya me diréis qué tal. 😉
Sólo puedo decir, con conocimiento de causa, que está IMPRESIONANTE, y que su sabor mejora con el tiempo.
El sabor del té se nota muchísimo, y combina a la perfección con el cacao.
Un acierto absoluto.
Tengo que repetirlo, pero sin el chocolate blanco para no comerlo con preocupación. 😉