Probablemente existan tantas recetas de pisto como madres hay sobre la faz de la tierra. Unas siempre usan determinadas verduras, otras le ponen huevo, algunas fríen todo en la misma cazuela… Yo os cuento cómo lo preparan mi madre y mi abuela materna. Es una receta con dificultad cero. Sólo hay que encontrar buena materia prima y dedicarle un poquito de cariño.
Ingredientes (cantidades orientativas para unas seis raciones, usando verduras de tamaño “normal”):
- aceite de oliva
- tomates
- 2 cebollas
- 2 pimientos verdes
- 2 calabacines
- 2 berenjenas
- sal
Elaboración:
El pisto de mi casa se prepara friendo las verduras en sartenes o cazuelas distintas en función de lo que tarden en hacerse y la cantidad de aceite que necesitan. Es un poco más engorroso que hacerlo todo junto pero se consigue que cada verdura esté en su punto y que el pisto no quede aceitoso. Así que para comenzar a cocinarlo serán necesarias tres cazuelas diferentes.
Lo primero es pelar los tomates, cortarlos en trozos pequeños y ponerlos a freír con un poquito de aceite. Yo en esta ocasión necesitaba hacerlo en tiempo récord así que en vez del tomate natural usé una lata grande de tomate triturado y lo puse a freír a fuego medio removiendo de vez en cuando.
Lo segundo es picar la cebolla y ponerla a dorar en otra cazuela. Mientras, se corta el pimiento en trozos pequeños y se añade a la cebolla. Sazonar ligeramente e ir removiendo para que no se pegue.
Controlando los dos primeros pasos, pelar los calabacines, cortarlos en dados y saltear en una tercera cazuela. Esta necesitará un poco más de aceite que las otras. Removiendo de vez en cuando para evitar que se pegue, limpiar las berenjenas, cortarlas en dados del mismo tamaño y añadir junto con el calabacín. Sazonar y esperar a que se hagan.
Una vez listas todas las verduras, juntarlas en la cazuela de mayor tamaño, mezclar y dejar unos minutos más que se terminen de combinar los sabores. Rectificar de sal en caso de ser necesario.
En casa lo solemos servir tal cual pero a veces lo hacemos con huevos revueltos. De cualquier forma, está riquísimo.
¡Buenisimo! En mi casa no se le pone berenjena, y también la he comido con patatas, que está super bueno, cuando vivia solo solia ser la receta que admitia todas las verduras que estaban en el frigo tocando la balalaika 🙂 Lo mejor del pisto es que, al menos en mi casa, se hace en cantidades industriales, y sobra, y luego te lo puedes comer con pasta, rellenando un hojaldre, acompañando unos huevos fritos… mmmmmmm
Aquí hacemos igual. Cantidad grande para que haya para un par de días. No hace mucho lo puse en una empanada con atún y estaba taaaan rico…
En mi casa como en la de hans brinker es sin berenjena y con patata pero a mi me encantan así que probare seguro :9
Supongo que será que por aquí por Córdoba la berenjena se estila mucho en los guisos y platos típicos. 🙂
¡Ya me cuentas si lo preparas!
Mi abuela hace algo así pero también con ternera o magra de cerdo; y lo llama frito. Es contundente y fabuloso para comer con pan.
Este seguro que lo haré un día de estos, que normalmente no le suelo poner pimiento y lo hago todo junto y me apetece probar qué tal está así.
Oish qué rico… Yo le he puesto hoy un huevo estrellado intentando dejar la yema intacta para comerla mojando pan. Ñam.
Lo bueno de esto es que puedes variar las cantidades al gusto, poniendo menos pimiento si no te entusiasma.
Qué va, si sí que me gusta, ¡simplemente no suelo tener! 🙂
Nota en la foto de los ingredientes: la cebolla y el pimiento son gigantes. xD
Mi madre no debe ser muy de berenjena porque nunca la hemos comido en casa, así que el pisto no la lleva, y a cambio lleva cantidades industriales de pimiento (a veces usa pimiento asado casero y le da un toque diferente :9~~).
Quizá no es que a mi madre no le guste, sino que a mi abuela nunca le ha dado por plantarla… hummm… investigaré.
A mí con pimiento rojo asado no me convence. Los he probado y me quedo con este. Lo de la berenjena yo creo que viene de las raíces árabes que tenemos en el sur. En Córdoba está entre los platos típicos y nosotros la ponemos también en las lentejas, por ejemplo.