Las patatas con chocos son de esos guisos que concentran en una olla todo el amor de generaciones y generaciones de madres y abuelas. Además tienen la versatilidad de que le puedes poner casi cualquier pescado que se te ocurra como complemento. Esta vez las he preparado con unos taquitos de atún y con fumet de gambas pero aceptarían almejas, pez espada, unas gambitas, rape…
Ingredientes para cuatro o cinco raciones:
- aceite de oliva
- 2 cebollas grandes
- 5 dientes de ajo (3 para el sofrito y 2 para el majado)
- 1 pimiento verde grande
- 1/2 pimiento rojo
- 1 tomate grande
- 2 sepias pequeñas
- patatas (medidas por la ración que se comería cada uno)
- 1/2 l de fumet de gambas (o caldo de pescado)
- un toque de colorante alimentario
- 4 trozos gruesos de atún
- sal
- pimienta negra molida
- perejil picado
Elaboración:
Cubrir el fondo de una olla con aceite de oliva y empezar a picar la verdura para el sofrito: cebolla, ajo, pimiento verde, pimiento rojo, tomate. Ir incorporándola a medida que se va cortando y cocinar a fuego medio hasta que esté hecha. Sazonar ligeramente. No es necesario pero a mí me gusta moler el sofrito en esta receta porque consigue que el caldo final quede más espeso y con una textura fina, casi de crema.
Cortar la sepia en tiras y añadirla a la olla con el sofrito molido. Dejar que se ablande un poco mientras se pelan y cortan las patatas en gajos “cascándolas”. Para medir la cantidad de patata suelo ir echándolas en un plato hondo a medida de las voy cortando. Con cubrir el fondo del plato es suficiente para una persona. Poner las patatas dentro de la olla y “marearlas” bien para que luego espese el caldo.
Añadir el fumet de gambas, el toquecillo de amarillito del colorante y dejar hervir hasta que la patata esté tierna. Cortar el atún en dados gruesos y añadirlo al guiso. Como toque final, preparar un majado con ajo, perejil picado, pimienta negra molida y sal gruesa que se añadirá justo antes de apartar la olla.
Dejar reposar un ratito (gana puntos) y servir amorosamente a los comensales.
¡Qué pena que en Múnich sea misión imposible conseguir pescado!
¿Y congelado? Yo lo he hecho otras veces con sepia y atún congelado y sale igual de rico.
Creo que el primer guiso de mi vida fue de chocos con patatas. Mi madre me lo explicó paso por paso, y yo lo hice para comer un día de verano.
Tendría 12 o 13 años.
Es facilísimo y creo que casi imposible de que quede mal.