Una de las novedades de los últimos meses del año ha sido descubrir que mi hermano ya no es el único intolerante a la lactosa de la familia y que me he sumado al club. Así que si ya antes todas las recetas se hacían con leche sin lactosa cuando estaba él ahora es una norma inquebrantable. Aún así, intento hacer elaboraciones que no necesiten nada de leche en su preparación, como este bizcocho de limón y tomillo. La receta del bizcocho ya la tenía por aquí pero el usar una infusión de tomillo para regarlo fue un descubrimiento hecho merendando en la calle en buena compañía. El conjunto es de un sabor delicadísimo y la textura de lo más tierna y jugosa.
Ingredientes para un bizcocho pequeño:
- 2 huevos medianos
- 60 g de aceite de girasol
- 1 limón mediano (ralladura y zumo)
- 100 g de azúcar
- 150 g de harina
- 1 cucharadita de levadura química
- 1/4 cucharadita de sal fina
- 1 cucharadita de tomillo seco para infusionar
Elaboración:
En un bol mediano, batir ligeramente los huevos, el aceite, la ralladura y el zumo del limón. Añadir el azúcar y volver a mezclar hasta que se hayan disuelto los granos.
Tamizar la harina, la levadura y la sal sobre la mezcla anterior y remover lo justo para que se integre. Dejar reposar la masa mientras se calienta el horno.
Precalentar el horno a 190 ºC – 200 ºC. Engrasar y enharinar un molde para bizcocho y volcar la masa en él. Hornear hasta que haya subido y esté ligeramente dorado. Si se comienza a dorar pero aún no está hecho por dentro (comprobar pinchando con un palillo en la parte central), cubrir con papel de aluminio y hornear un poco más. (No controlé el tiempo. Si lo vuelvo a hacer estaré más atenta y edito la entrada.)
Tras sacarlo, dejar enfriar dentro del molde sobre una rejilla metálica unos minutos. Mientras, en media taza de agua hacer una infusión con el tomillo. Desmoldar el bizcocho y regar con la infusión por encima (aunque igual es mejor idea introducir la infusión con una jeringa).
¡Ñam!
Si sólo está la mitad de bueno que el de Federal, ya es para morirse de gusto.
Tengo que conseguir tomillo, y en cuanto lo tenga, pruebo la receta.
¡Reñam!
Pues si la memoria no me falla creo que el resultado es bastante similar. ¡Hazlo y me dices! Si hace falta volvemos a ir a Madrid y lo recatamos. 😉
BUAAAAAAH!!!
qué buena buena pintaaaa!:)
me lo guardo y en cuanto llegue a Múnich lo hago.
una pregunta, qué es exactamente la levadura química! gracias y Guten Appetit!
😀 Ya me contarás qué te parece, monty.
La levadura química es la de bizcochos, tipo royal. Se puede usar también bicarbonato pero no conozco las proporciones.
¡Mi bizcocho está en el horno! 🙂
¡Que suba mucho y quede rico!
Volví a hacer este bizcochito para llevarmelo a esquiar, y ayyyy tuve problemas con los tiempos en el horno! al final quedó “bien” pero a ver si puedes poner tus tiempos, aunque sea para hacernos una idea!! 🙂
Es que el tiempo de horneado va a variar en función del horno, del molde que uses (si es alargado, circular, cuadrado o magdalenas), de la cantidad de masa que hagas… Pero las recondaciones “hasta que haya subido y esté ligeramente dorado. Si se comienza a dorar pero aún no está hecho por dentro (comprobar pinchando con un palillo en la parte central), cubrir con papel de aluminio y hornear un poco más” siempre son eficaces.
si si eso hice.
(mi moldo es alargadito como el tuyo)
pero es que estaba que ni siquiera sé si es 10 ó 30 min jajaj de ese palo de perdida voy!
pero gracias 🙂
Pues más del palo de 30 a 40 pero si estás tan perdida no te separes mucho del horno, jajaja. :*
por cierto, siempre siempre triunfa!!!!
:DD