Hacía tiempo que no preparaba este tipo de galletas de doble horneado. Esta vez intenté unos biscotti algo distintos de los ya publicados en este blog. Al principio pensé que no iban a quedar igual de bien porque en comparación a los otros, la masa es más sólida y no creció tanto como yo esperaba al hornear. El resultado ha sido más compacto, más difícil de cortar sin que se desmorone (quizás ahí influye en que yo puse más cantidad de chocolate y arándanos de la que aquí indico), pero al hornearlas por segunda vez no quedaron tan secas como las otras y aguantaron en textura y sabor perfectamente durante varios días.
Los biscotti son ideales para mojar en leche, té o café pero estos, al no estar demasiado duros, se pueden comer también solos. Me quedo con la combinación de sabores chocolate blanco + arándanos rojos y la utilizaré sin duda en otras recetas.
Ingredientes para una docena de biscotti:
- 50 g de azúcar
- 1 huevo
- 1/2 cucharadita de extracto de vainilla
- 50 ml de aceite de oliva
- 180 g de harina
- 1/2 cucharadita de levadura química
- una pizca de sal
- 50 g de chocolate blanco en trocitos
- 50 g de arándanos rojos deshidratados
Elaboración:
En un bol, mezclar el azúcar, el huevo, la vainilla y el aceite de oliva batiendo ligeramente. A esa mezcla, la harina, la levadura y la sal y amasar poco a poco hasta conseguir una masa lisa homogénea. Poner el chocolate y los arándanos y volver a amasar hasta que se repartan de forma más o menos regular.
Precalentar el horno a 160-170 ºC.
Moldear la masa con forma rectangular, a modo de rollo y colocarla en una bandeja para horno cubierta con papel sulfurizado. Hornear a la temperatura anterior durante 25-30 minutos hasta que la masa se haya dorado y esté firme al tacto.
Tras sacar la masa del horno, dejar enfriar unos 10 minutos y cortar a rodajas de un dedo y medio de grosor. Volver a colocar sobre la bandeja organizando las rebanadas e introducir nuevamente en el horno durante 10 minutos. Pasado ese tiempo, sacarlas, dar la vuelta a las rebanadas, y volver a introducir por la otra cara 10 minutos más.
Retirar del horno y dejar enfriar completamente sobre una rejilla.
PD: Tiempo después me doy cuenta de que lo que diferencia esta receta es que lleva aceite y las otras no. Mejor sin aceite.
Lo que daría yo por unas ahora que tengo un café en la mano.
Sigo enamorada de tu manera de presentar las recetas.
Un beso.
Lo guay de estas galletas es que aguantan un montón. Lo malo es que si haces pocas (como yo, que sólo estamos dos en casa) se terminan en un abrir y cerrar de ojos. 😉
Acabo de descubrir tu blog gracias a zerogluten y me encanta!
he visto la receta de biscottis en otros blogs y nunca me llamaron la atención pero éstos que has preparado tú tengo que hacerlos
Un saludo
Hice esta receta ayer y han quedado fenomenal. No sé si fue porque eran pequeños, pero tuve que poner dos huevos para formar una masa buena. Repetiré sin duda 🙂
Los huevos no siempre pesan lo mismo y hay harinas que absorben más o menos humedad, por lo que hiciste bien en añadir otro huevo para compensar. ¡Me alegro de que te quedaran ricos, Inés!